28 Abr Adicción al Sexo
Todo lo que necesitas saber sobre la Adicción al Sexo
El sexo consensuado es una actividad deliciosa y deslumbrante, pero puede tornarse problemática cuando cada vez se desea más y más y no se pueden controlar las ganas. Este es el caso de las personas que sufren dependencia con el sexo, como si se tratara de una droga convencional.
La adicción al sexo es más común de lo que imaginas, afectando el estilo de vida tanto de hombres como mujeres a nivel mundial. Es bien sabido que sus efectos pueden ser tan poderosos como los de las drogas conocidas, por lo que requiere de ayuda profesional para superarse adecuadamente.
¿Quieres saber más sobre este tema? ¿Consideras que padeces de una adicción de este tipo? Entonces te invitamos a seguir leyendo el siguiente artículo donde te hablaremos sobre la Adicción del Sexo, sus características, los síntomas más habituales y consejos para dejar atrás la adicción.
Adicción al sexo: qué es
La Adicción al Sexo es, como su nombre lo indica, un tipo de dependencia que se relaciona a un comportamiento específico. En este caso, dicho comportamiento tiene que ver con la actividad sexual y el intenso placer que se genera al alcanzar el orgasmo.
Por su propia naturaleza, en ocasiones puede confundirse con una libido muy alta o un aspecto que afecta solamente a los hombres, pero no es así. Afecta a ambos sexos por igual y se cataloga como una patología de la adicción del mismo modo en que se hace con el consumo compulsivo de alcohol, por ejemplo.
Causas de la aparición de la Adicción al Sexo
Aún no hay consenso en la comunidad científica sobre las verdaderas razones que operan detrás de este tipo de adicción. Sin embargo, podemos decir que hay tres aspectos fundamentales en los que se manifiesta su aparición. Estos aspectos son los siguientes:
- Predisposición genética a la adicción:
Muchos expertos afirman que existe una posibilidad de que cierta clase de adicciones aparezcan en los individuos mediante una influencia de los genes en los mismos, los cuales dan lugar a conductas compulsivas que pueden ser altamente perjudiciales.
- Falencias psicológicas:
Otro aspecto a destacar es que son más propensos a ser adictos aquellas personas que provienen de entornos disfuncionales. Al tener fuertes perturbaciones psíquicas, no tienen la posibilidad de controlar sus impulsos de la misma manera que el resto y se apegan con facilidad a estímulos positivos.
- Elementos culturales:
No se puede negar que en muchas culturas el sexo es vanagloriado, siendo una actividad que se estimula desde muy temprana edad y se premia a toda aquella persona que haya procreado más o que tenga una vida sexual bastante activa. Esta situación permite que se normalicen ciertas conductas patológicas, como es el caso de la adicción al sexo.
Síntomas más habituales
- Pensamientos recurrentes sobre sexo:
Uno de los síntomas más característicos de esta adicción es que quienes la padecen no pueden, bajo ninguna circunstancia, dejar de hablar de sexo. Todo en su vida tiene que ver con el coito. Es así como se vuelve el único tema de conversación y siempre están en búsqueda de una pareja sexual que les permita satisfacer sus impulsos.
- Conductas de riesgo para obtener placer sexual
Continuando con la explicación anterior, hay que afirmar que el sexo sin protección, la promiscuidad y el complemento del sexo con otras drogas duras se vuelve un tema habitual. En ese aspecto, son recurrentes las visitas a burdeles o la proposición sexual con casi cualquier persona que se les atraviese.
- Fuertes problemas psicosociales:
Al igual que otras adicciones, este tipo de compulsión impacta profundamente en la psiquis de quien la padece y, de la misma forma, le genera serios problemas para relacionarse con el resto de las personas.
Por ejemplo, es bastante común que estas personas no puedan establecer relaciones amorosas profundas y duraderas debido a su incapacidad de controlar el deseo sexual. Del mismo modo, también suelen tener dificultades para mantenerse en empleos o relacionarse con otras personas.
- Síndrome de abstinencia:
En este caso, el síntoma es el mismo que el resto de los adictos. En tal sentido, presentan síndromes de abstinencia bastante fuertes en los cuales se hacen presente la ansiedad, el insomnio, pérdida del apetito, dolor de cabeza, malestar general y otros.
Cómo superar la Adicción al Sexo
En primer lugar, debes reconocer que tienes un problema severo con tu deseo sexual. En ese aspecto, una vez que puedas entender y educarte sobre esta adicción, entrarás en una posición de mayor control sobre los impulsos insaciables de tener sexo todo el tiempo. No esperes hasta que sea demasiado tarde y hazte responsable de lo que te sucede.
Luego, es momento de buscar ayuda especializada, y esto se puede lograr en centros de tratamiento para adultos. En dichos centros se brinda la mejor atención durante el tiempo que lo necesites y al menor costo. Por otra parte, puedes buscar ayuda especializada en psicoterapeutas o en grupos de ayuda y acompañamiento regentados por adictos.
Finalmente, no podemos dejar de lado el rol de la familia en el apoyo y la superación de esta adicción tan terrible. Un correcto acompañamiento puede hacer la diferencia en cuanto a superar los efectos severos del síndrome de abstinencia.
Cómo prevenir que mis hijos sean adictos al sexo
Nuestra recomendación es que, desde que tengan la edad suficiente para entender, les hables sobre sexo pero desde una perspectiva sana y respetuosa, sin tabúes de ningún tipo. Al enseñarles todo sobre el sexo y, en especial, la forma en cómo tener una vida sexual sana, estarás dándoles herramientas para no caer en esta penosa enfermedad.
Por otra parte, y no menos importante que la anterior, es relevante que se construya un clima saludable en el hogar y el mismo no se consolide en conductas problemáticas o disfuncionales, las cuales dejan huellas psicológicas irreparables en los más pequeños.
Comentarios finales
La adicción al sexo afecta tanto a las personas como lo hacen las otras adicciones. En consecuencia, no debe dejarse desapercibida y hay que darle la debida atención que merece en los círculos del hogar y la escuela, principalmente.